
Me siento inspirada, con ganas de sonreír y agradecer. Sonreír por el día que se tuvo, y agradecer por los que ya pasaron y los que vendrán. Estoy pensando en él. Hacía rato que no escribía algo romántico para él de manera pública, pero hoy me picó el bicho de la desinhibición y tengo ganas de gritarlo a todo el mundo. Me gusta la manera en la que me abraza. Me puede la manera en la que me mira. Me gustan sus mordidas, en cualquier parte de mi cuerpo. Me reconfortan sus manos; tenerlas entre las mías es como caer de un precipicio sabiendo que debajo hay un colchón gigante esperándote. Me gusta su manera de pensar, ésa que roza el límite de la incoherencia y la realidad constantemente. Me atrapan sus palabras; sean positivas o negativas, de cualquier forma logran tenerme enredada por un largo período de tiempo. Me emocionan sus acciones. Me encanta observarlo, verlo caminar; sentir que está cerca y sonreír. Me gustan esos pocitos pequeños e indescifrables que se le forman en los cachetes cuando se ríe de vez en cuando. Me gusta muchísimo la forma en la que me toca; generalmente suele tener la caricia perfecta para cada ocasión, como si hubiesen sido realizadas pura y exclusivamente para ese preciso instante y nada más. Me gustan sus brazos, y más cuando me rodean como una serpiente. Me enamora su espalda; verla, tocarla, morderla es algo tan bello que es imposible de explicar. Me agradan sus besos y las distintas variedades de sensaciones que me producen. Me gusta como hace que, besándome la cabeza, me tiemble todo el cuerpo hasta la punta de los pies. Me gusta verlo y que se me mueva el piso. Me gusta estar con él y que el resto del mundo se pare, deje de existir, solo para nosotros y nuestro tiempo. Me gusta su manera de recordarlo todo, desde la ropa que usé el primer día que nos besamos, hasta la cena que comimos el día en que me vio llorar por vez primera. Me gusta la manera en la que me dice "te amo", con una mezcla de lamento y desborde al mismo tiempo. Me gusta su voz, ésa que me encandila, me transporta, me calma y me genera sensaciones que nunca antes había sentido. Me gusta pasar las cosas con él, desde los momentos de felicidad extrema, hasta aquellos que están colmados de miedo, inseguridad, incertidumbre, enojos, llanto y tristeza.
Y no sé cómo ni por qué está sucediendo todo esto. Y puede ser que no sepa si es amor o no. Y quizás no sepa bien qué es el amor; supongo que nadie ha de saberlo con certeza como para elaborar una definición digna de diccionario. Y puede llegar a suceder que todo esto termine mañana, o en un par de minutos. Y tal vez no sea más que una ilusión, una emoción pasajera que me servirá para la vida de mis personajes venideros. Pero, sin importar lo que sea ni el motivo por el cual está ocurriendo, yo solo tengo la certeza de una sola cosa: vivir, de la manera que sea, pero con él, es la aventura más maravillosa que puede existir. ♥