Mi sueño. Mi música. Mi mundo. Es
increíble como las letras, las melodías, las voces pueden trasladarte a un
lugar donde no existe el tiempo. Un lugar donde solo existe uno, con sus
sentimientos, con su propia paz.
Aún no puedo comprender cómo es posible viajar sin
necesidad de salir del lugar en donde estoy. Es automático, me pongo los
auriculares, pongo a este dúo que me cambia los días, y simplemente me voy
hacia un lugar donde nadie más conoce y donde yo misma creo mi propio mundo,
sin barreras, sencillamente poblado por las sensaciones, los sentimientos que
me produce cada canción que oigo, canto, siento y actúo. Ahí me armo mi propia
película, mi propia ilusión, con mis propios personajes, mis propios guiones. Todo
lo que habita en este mundo que para muy pocos, casi para nadie, es habitable,
es mío, es tan propio como los escritos que andan vagando por mis hojas. Puede
que alguien se sienta identificado, que crea que le pasa lo mismo, pero les
aseguro que, aunque se asemeje demasiado, no se compara. Nada se compara con lo
que siento con cada melodía. Y no solo me ocurre con este dúo magnífico, sino
que con cada canción que logre erizarme la piel. Pero debo admitir, que lo
único que solamente puede causarme esta dupla, es transportarme a ese mundo que
pareciera tan lejano, tan único, tan íntimo para mí. Sinceramente, la palabra
"gracias" sería algo tan pobre para decirles si tuviera la
oportunidad de que supieran cuánto me causan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario