1- Además de que al despertarme el cielo parecía caerse a pedazos, mis hermanas ya estaban gritando desde las diez y pico de la mañana. Parecían un matrimonio con 70 años de casados.
2- Traté de calmarme, de ignorar las peleas sumamente estúpidas y de seguir como si nada. Me hice el desayuno, lo tomé tranquilamente escuchando música y mirando alguna que otra imagen. Ahí creí que la paz empezaba por fin, que mi día realmente estaba cambiando de vía, pero cuando mis pensamientos positivos empezaron a aflorar, las discusiones continuaron.
3- Yo, siempre metida, Madre Teresa de Calcuta, quise detener las disputas. ¡¿PARA QUÉ?! Empezaron a gritar aún más fuerte, a lloriquear, patalear, reírse irónicamente, entre otras chiquilinadas que prefiero ni nombrar.
4- Ni siquiera pude bañarme con tranquilidad. ¿Pueden creerlo? Los gritos se seguían escuchando desde la ducha.
5- Propuse un trato, una firma de paz. Nuevamente me planteo la misma pregunta: ¡¿PARA QUÉ?! Más gritos, más lágrimas sin sentido, y ahora estaban enojadas conmigo.
6- Cuando todo estaba un poco calmo, llega mi mamá. Obvio, una madre es una madre, y percibió a leguas que algo andaba mal. Preguntó, respondieron, y más gritos empezaron de nuevo.
7- El día siguió con algo de humor. Eso creo. Bueno, por lo menos para mi sí. Me encerré en mi habitación, leyendo tres obras de teatro. Una me pareció sumamente estúpida, inservible; otra me hizo querer interpretarla con mi futuro marido, y la última me hizo reír hasta descostillarme de la risa. Me perdí en un mundo en el que yo era espectador y al abrir la puerta de la habitación y salir, no entendí más nada. Fue como si hubiese entrado y salido de un mundo a otro. ¡Fue espectacular!
8- No voy a seguir repitiendo lo mismo; se las resumo: más gritos, más discusiones, etc etc etc.
9- No tuve ni una mínima señal de vida de mi novio. No sé si murió, si se fue a Estados Unidos a triunfar con su música, o simplemente se pasó el día durmiendo sin levantarse siquiera para ir al baño o comer.
10- Ya casi finalizan las clases. ¿Saben qué significa eso para una de las únicas personas responsables del salón? De repente todos son "tus preciados amigos" y vos tenes que hacerles el gran favor de que se roben todo tu trabajo del año sacandole fotocopias a tu carpeta, o tenes que hacer de profesora particular gratis, pasarles las cosas que ni se molestaron en copiar, ser amable con todos y decirles "obvio que te la presto, no hay problema", entre otras mentiras que repetí toda mi vida escolar. Suerte que con mi gran don actoral que se fue desarrollando año tras año por mentirle sobre "enfermedades y dolores" a las profesoras de educación física, no se dan cuenta de que en realidad no quiero darles nada, porque no me rompí el orto para que otro venga, haga el famoso "copiar y pegar" y se saque un 33 con mi propio esfuerzo.
11- Y como para decir "esta fue la frutilla del postre/la gota que rebalsó el vaso" entre otras frases similares, estoy en mi tercer día de menstruación.
Y finalizado el conteo, viene la siguiente pregunta: ¡¿ QUÉ CARAJOS LE HIZO AL MUNDO UNA POBRE E INCOMPRENDIDA ESCRITORA?!
No me quejo para vivir, ¡vivo para quejarme!
A tomarlo con humor al finalizar el día, ¡qué va!
Geniaaal ♥
ResponderEliminarJAJAJAJAAJ Que genia <3
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