No es la
meta, sino el camino…
El decir "por lo menos lo intentamos" vale algo. Lo que cuenta es la intención, ¿no? De todos modos, si te caes, te levantas. Si fracasas, lo volves a intentar. Si lo perdes, lo buscas. Si no se puede por esas vías, intentá por otros lados. Si no logras alcanzar lo que buscas, corré más rápido. O como me contaron una vez "si no podes trotar, camina". No está bueno que nos centralicemos solo en llegar a la meta. Estaría mucho mejor, sería más placentero si nos tomáramos el debido tiempo y cuidado de observar, sentir, oler, tocar, disfrutar el camino más que la meta, o por lo menos hasta que estemos frente a frente con ella. Personalmente creo que si todos nos tomáramos el trabajo de no menospreciar las cosas pequeñas que vamos teniendo a lo largo del camino, la meta llegaría más rápido. Y esto se aplica a todo, en una carrera, en algún trabajo personal, en las relaciones sociales con el resto de las personas, en las relaciones personales, en la vida misma. ¿Qué tal si en vez de correr con los ojos cerrados, los abrimos y disfrutamos del paisaje y la brisa clavados en nuestras retinas?
Lo que aprendés en el camino, eso es mucho mejor que llegar a la meta.
ResponderEliminarMe encantó. Escribiste algo muy cierto. Gracias!
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