Otra reflexión.

Todas las noches pienso lo mismo: "¿Qué voy a hacer con mi vida?". Me enrosco, me confundo, y finalmente termino angustiada. Hasta que digo "Falta mucho para saberlo, no voy a preocuparme ahora."
Siempre digo que hay que vivir el presente, sin avergonzarnos de nuestro pasado, ni preocuparnos de nuestro futuro. Pero, obviamente, siempre algo queda.
La noche, como siempre lo fue, es mi momento de reflexión. En realidad, es mi mayor momento de reflexión, porque la verdad, reflexiono en todo momento.
Todas las preguntas se me vienen a la mente a la noche "¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Me voy a casar alguna vez? ¿Tendré a Malena como siempre quise? ¿Voy a trabajar de lo que quiera aunque sean muchas cosas? ¿Tendré mi casa soñada? ¿Viviré con vos como lo planeamos? ¿Diré todo lo que pensé decir?" Este tipo de preguntas y muchas más se me vienen a la cabeza y se quedan  hasta que logro dormirme.
A todos nos encantaría que las cosas salgan como las planeamos, pero la verdad, voy a seguir mis instintos. No se a dónde me llevarán. Si esta noche volveré a reflexionar sobre mi futuro más cercano y preocupante, o si simplemente voy a viajar al pasado, recordando mis momentos felices hasta dormirme. Pero en la vida nada se sabe, todo cambia en un instante. De estar bien, pasas a estar mal, pero no te preocupes, no hay mal que por bien no venga.