Me encantaría que la gente, en especial los hombres, entiendan que por ser casada y ser mamá estás prohibida para todo, menos la cocina, lavar, planchar y atender a tu marido y tus hijos. La vida del matrimonio no es así siempre. Aunque en la mayoría de las veces tal vez si lo sea, el mio quiero que sea diferente.
No soy como todas las mujeres. Quiero trabajar de algo que me apasione, que adore hacer con el cuerpo y alma, no algo que me esclavice de por vida y que encima, no me guste.
Quiero casarme, y que ese matrimonio sea feliz desde el comienzo hasta que la muerte nos separe. Quiero tener a mis hijos, y ser una mamá divertida. Educándolos bien, pero tratar de hacer todo, lo más alegre y divertido posible, para ellos y para mi. No quiero perder con el tiempo mi buen humor, mi optimismo, mis ganas de vivir. No me interesa si me salen arrugas, canas, celulitis, se me caen los dientes o si estoy con unos cuantos kilos de más, lo único que quiero es no perder quien soy.

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