Los hombres y el llanto

Todos tenemos sentimientos. Todos tenemos recuerdos, emociones que almacenamos en lo más profundo de nuestro corazón. También tenemos otras emociones, que las vamos viviendo a medida que crecemos.
Cada día aprendemos algo nuevo. Aprendemos a conocernos a nosotros mismos y también a los demás.
Hoy tengo ganas de escribir sobre algo en particular. Algo que me molesta muchísimo: que digan que porque sos hombre, no podés llorar. Me indigna, realmente me indigna muchísimo.
Llorar es algo que todos necesitamos. Es tan sano como reírse.
¿Qué expresa el llanto? A veces alegría, otras tristeza, nostalgia... es una manera de liberarse, y no hay que sentirse humillado en absoluto por llorar. Es algo natural.
Llorar no es símbolo de debilidad, ni de nada por el estilo. Es la manera que tenemos de descargar tensiones, cosas que nos molestan, que nos hacen mal, o porqué no, que nos hacen bien. Yo creo que si no lloramos, nos volvemos locos.
El llanto, la acción de llorar, es como venir de la escuela con la mochila llena de libros, llegar a casa, sacártela y apoyarla por ahí. Es quitarse ese peso de encima que nos viene torturando, para después estar mucho mejor.
Así, que si sos hombre y te dicen "tenés que ser macho, no llores", acordate de las palabras de esta petisa algo alocada. Deciles que todos lloramos, que es algo que se necesita para estar bien. Liberáte, sacate esa mochila, tirala por ahí. No hagas caso a las voces que te dicen que no. Pensá en lo bien que te sentís una vez que terminaste de llorar.
Las lágrimas son la expresión de la máxima alegría, o la máxima tristeza. Ambas son buenas, porque en las dos te estás liberando. Que este mundo y sus reglas locas de fortaleza, de que un sexo es más fuerte que el otro, que uno manda y el otro obedece y todas esas locuras, no te impidan hacer lo que necesitás hacer. Otra de mis miles de frases de cabecera es "si te hace bien, hacelo."
Sos hombre, y si querés, podes llorar.