A veces un abrazo tuyo es todo lo que necesito. Cuando llega la noche es cuando más te extraño, cuando más te quiero, cuando más te amo.
¡Y pensar que no todos tienen nuestra misma suerte! Esa dicha de que el inmenso amor que se siente, sea correspondido.
El caso de que te guste tu mejor amigo o amiga está en todos lados, hasta en las películas. Pero no todas las veces termina bien.
Mi vida siempre fue una película, más bien una novela. En ella pasaron muchos personajes. Algunos buenos, otros malos, pero siempre están aquellos que nunca se fueron. Entre aquellos estás vos. Siempre estuviste, y no me daba cuenta. ¡Que tonta fui! Pero el destino sabe, y por algo estamos juntos, ¿no?
Eso no quiere decir que vayamos a casarnos, tener hijos, vivir en una casa hermosa, con perro y vivamos felices para siempre, pero que va a pasar algo groso, eso no te lo niego. Lo siento, siempre lo sentí, desde que empezamos a estar como una misma persona, tengo esa sensación de que algo grande va a pasar. ¿Qué será? no lo se, pero supongo que el tiempo me dará la razón. O tal vez no. Tal vez me deje mal parada, como loca obsesiva que soy, qué se yo. ¡Ya veremos!
Lo importante es el ahora. Estas sensasiones, estas "mariposas", este amor infantil-adulto que nos tenemos y que me encanta.
Siempre vi los tipos de relaciones como las nuestras en varias películas. Esta relación amor y a la vez amistad es, en parte, como la relación de Tom & Summer. Siempre las admiré, las deseé, y muchas veces las traté de construir, pero se ve que había que esperar a que pasara solo, sin que me de cuenta y con la persona que tenía que ser.
Nunca pensé que esto podría pasarme. Escenas como correr de la mano, jugar como niños, besarse apasionadamente, pelear solo por diversión, pensé que las vería solamente en las películas de comedia romántica. Lo que jamás se me cruzó por la cabeza que la protagonista de una historia como esas, iba a ser yo. Tampoco habría imaginado que la persona con la que viviera esa historia ¡fueras vos! Mi compañero de banco, el lector de mis diarios, mi cómplice para mandar cartitas de amor por debajo de las puertas, mi conciencia cuando sentía que algo había hecho mal... en definitiva, nunca imaginé que fueras vos, mi mejor amigo. 
Que irónico, pasarse la vida esperando a alguien que crees tan lejos, cuando en realidad, está más cerca de lo que vos pensás...