Ayer no te vi, ayer no escuché tu voz, ayer no vi tus hermosos ojos café, ayer no te sentí. Ayer, fue un día diferente.
Me levanté, como todas las mañanas, con la excepción de que tenía puesta tu camisa roja, esa que me diste para que no te extrañe tanto. Me cambié, desayuné, me maquillé, me cepillé los dientes, me peiné. No se porqué, pero ya sabía que algo iba a estar mal. Mi humor no era el mismo de todas las mañanas. Bien saben todos que yo siempre ando alegre y contenta por la vida, pero esa mañana, desde que me levanté tuve una sensación extraña. Sin embargo, no hice caso a esa extraña sensación, y cuando llegué a la escuela, tenía como siempre, una sonrisa en la cara. Éramos pocos, pero a la vez muchos. Cada tanto me paraba en puntas de pie, para llegar a ver la calle, buscándote, esperándote. Pero no te vi.
No perdí las esperanzas, y cuando ya estaba adentro de la escuela, decidí esperar a ver qué pasaba. "Ya debe estar por venir", me decía a mi misma, como para consolarme.
Entré al aula. El buen humor que estaba tratando de reconstruir se me estaba desmoronando. Vos no llegabas, pero la de artística ya estaba ahí. Eso arruinó todas mis expectativas, que eran pasarme la hora libre charlando y riendo con vos. Todo fue diferente; la realidad era que estaba sentada en el mismo banco de siempre, pero esta vez sola y melancólica. Escuché música, un poco de No Te Va Gustar, que todos saben que es mi banda favorita; otro poco de Pink Floyd, que no me desagrada mucho, y por último, algo de She & Him, para nuevamente tratar de consolarme. Escribí muchísimo, descargué mis miedos y seguí con esta historia que tanto me había entusiasmado al principio, pero como siempre, se me fue deteriorando la inspiración y no había seguido por semanas. Hasta que pude continuar.
A todo esto hay que sumarle que mi mejor amiga había faltado, la profesora estaba más insoportable que nunca y todos me veían mal, pero como siempre, nadie hacía nada.
Las dos horas de artística se pasaron muy lentamente. Pero aún yo pensaba en positivo; "debe venir para literatura", pensaba.
Sonó el timbre. Mi mañana se alegró con un "Ahí vi a Aylu, está afuera, la vi por la ventana". "¡Una bien!" pensé. Mi mejor amiga no me había fallado. Aunque pobre de ella, porque tuvo que bancarme las dos horas restantes, deprimida extrañándote.
Otra de las cosas que hizo que mi mañana se alegrara, fue esa tarea que tanto había estado esperando de literatura: analizar el significado del poema, tratar de comprender qué quería expresar el artista. En cuanto llegué a casa, luego de un rato me puse a hacerla con mi mejor amiga. Ella sufría, yo sonreía. Obviamente, lo hice con toda la prolijidad posible. Realmente, me encantó.
Me pasé todo el día con mi geme, pero recién cuando terminaba la tarde, descubrí algo en el espejo que me llamó la atención. Me miré, y noté que mis labios aún conservaban ese rosa con el que me había pintado en la mañana. Llegué a una conclusión: mis labios te habían extrañado tanto...
"Siento que mil posibilidades nacen en mí. Soy ingeniosa, soy alegre, soy lánguida, soy melancólica, sucesivamente. Tengo raíces, pero floto." Virginia Woolf.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.

- Srta. Mími
- Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario