Ahora solo estoy tratando de ser.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.
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Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.

El sueño cumplido



Y al fin llegó. Aún no había escrito sobre este gran día, simplemente porque ni siquiera yo puedo creer que ya haya sucedido. El muy esperado seis de abril pasó, y dejó en mi huellas imborrables, recuerdos que vivirán por siempre, la sensación del llanto incontenible que nunca logré largar, el desgaste de garganta que pareció terrible al principio, pero que no dejó secuelas al final, un dolor de piernas completo, imágenes y sonidos que jamás podré quitar de mi corazón, ya que están tatuadas con la tinta del amor, esa tinta que no podrá quitarse ni aunque quisiera.
Miro las fotos, observo los videos, recuerdo las sensaciones y quiero volver. Allí me sentí libre, libre al fin. Descargué cosas que creí más que enterradas, grité cosas nuevas, descubrí conexiones nunca antes sentidas. Comprobé que al fin los estaba viendo. Que los estaba escuchando. Indudablemente, era él. Era Emiliano Brancciari, y estaba ahí, hablándonos, cantando, gritando con todas las ganas. Reía, saltaba, corría, cantaba. Pude ver su sonrisa. ¿Saben lo que significa eso para mi? Significa el mundo, la vida, y más. Ahora que vi los hoyuelos de sus mejillas (en persona, al fin), me dan ganas de verlo todos los días de mi vida. Me dan ganas de que vuelva a llamarnos "amigos", que nos diga que nos cuidemos mucho mucho (así, con dos "mucho", o quizás más, no puedo recordar con exactitud), que nos salude, que nos cuente sus anécdotas, que haga esos chistes que, a pesar de ser más que comunes y conocidos, nos hacen sacar una carcajada nueva, por el simple hecho de que vienen de él. Me dan ganas de escucharlo hablar hasta el hartazgo. Me dan ganas de conocerlo aún más. ¡Lo que daría por abrazarte, por Dios!
La noche del seis de abril, aquella noche que se había hecho esperar tanto, no fue como la imaginaba. Creo que fue mejor. No sé bien cómo explicarlo, no puedo llegar a definirlo. Ni siquiera me había detenido a pensar en cómo sería, porque no quería llenarme de expectativas. De todos modos, alguna que otra fantasía se me venía a la mente sin querer. Fantasías que, quizás, sean imposibles de realizar; como por ejemplo que me hablaba Emi a mi y a nadie más, que me extendía su mano, que me preguntaba qué canción quería yo que cantara, etc. Qué imaginación, ¿no? De más está decir que eso no sucedió, pero ¿quién dice que no ocurra en el futuro? Soy una persona positiva, que no pierde la esperanza hasta el último segundo.
Quiero volver, lo repito una y otra vez. Quiero volver a gritar, saltar, reír, cantar y llorar. Quiero morirme de frío hasta sentir que no tengo las manos, pero después obtener el calor que generan ustedes, sus almas, la de Curucha, la de sus canciones, esas que son capaces de abarcar la vida de 55.000 personas en una simple frase. Quiero volver a sentir el calor del pleno invierno. Simplemente gracias; que se repita, por favor.


Gracias, No Te Va Gustar... ¡hasta la próxima, amigos!

2 comentarios:

  1. Qué hermosas palabras. No pienses que estar/hablar/abrazar a Emiliano y al resto de los chicos es imposible, porque no lo es. Tuve la oportunidad de estar con ellos cara a cara en una misma habitación tres veces, y no te das una idea de lo humildes y simpáticos que son, y eso está buenísimo porque lo que reflejan en el escenario es lo que verdaderamente son del otro lado. No tuve la oportunidad de ir el sábado, pero lo sentí desde mi casa, reí/canté/grité y lloré sentada aquí y me sentí parte de esos 55 mil. En resumen, nunca dejes de soñar, porque algún día se te va a dar y vas a sentir el placer del cálido abrazo, que solo Emi sabe dar :). Besotes.

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  2. ¡Muchas gracias Marisol! Tus palabras son muy dulces, muy agradables. Ojalá se me de, de verdad. Es que, para empezar, ¡ni siquiera se cómo encontrarlos! He leído que ya varios tuvieron la posibilidad de verlos en persona, cara a cara. Y yo me pregunto siempre ¿cómo hicieron? jajaja. En fin, todavía sigo con la esperanza de que algún día voy a formar parte de aquellos privilegiados, como vos : ) Un besote enorme y gracias por el tiempo que te tomaste de leer y comentar. Estás invitada a pasar por acá cuando quieras.

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