Harta. Intolerante. Cansada. Egoísta. Gruñona. Indecisa. Insensible. Solitaria. Infeliz de a ratos. Aburrida. Rutinaria. Éstos son algunos de los adjetivos que posiblemente lleguen a describir mi persona durante los últimos días. Estoy fría. Si, sigo en estado de freezer todavía. Soy un puto iceberg en el medio del camino del Titanic: interrumpo el amor, lo destrozo, lo aparto, y no dejo que vuelva a ser lo mismo que antes. Fuerte, ¿no?. Bueno, así estoy. Cualquiera que se me acerca con alguna intención que antes me parecía maravillosa, lo rechazo porque lo que era maravilloso se convirtió en una especie de extraño fastidio que detesto pero necesito y en el fondo, quiero. Me convertí en esa típica mina que va caminando con cara de orto a todos lados y que lo único que quiere y necesita es que sus auriculares llenen su cerebro con notas fuertes y significantes. Todo me enoja, todo me pone de mal humor. Todo me hace gruñir como si tuviese 300 años y estuviese harta de vivir. Lo único que quiero es quedarme en un lugar donde me sienta como en mi hogar, pero al mismo tiempo no quiero pisar el suelo de mi casa. Necesito un abrazo, pero cuando me lo dan no hago más que apartar esos brazos de mi cuerpo. Quiero sensaciones extraterrestres, pero cuando se presenta la oportunidad de llevarlas a cabo pongo una mala cara que aleja a las posibilidades de sentir. ¿Se entiende lo que me pasa? Es decir, ¿qué mierda está pasando en mi interior? Siempre dije y pensé que era una especie de Grinch, pero esta vez se me congeló el corazón. Sí, eso es: tengo el corazón congelado. Me vendría bien una luz solar que me derrita, otra vez. Me vendría genial sentir ese esfuerzo por querer que vuelva a ser lo que era. Me vendría realmente bien que en vez de apartarse por mi frialdad, haga el intento hasta el cansancio de descongelarme.
"Siento que mil posibilidades nacen en mí. Soy ingeniosa, soy alegre, soy lánguida, soy melancólica, sucesivamente. Tengo raíces, pero floto." Virginia Woolf.
Escribo, para no desaparecer.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.

- Srta. Mími
- Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.
Iceberg
Harta. Intolerante. Cansada. Egoísta. Gruñona. Indecisa. Insensible. Solitaria. Infeliz de a ratos. Aburrida. Rutinaria. Éstos son algunos de los adjetivos que posiblemente lleguen a describir mi persona durante los últimos días. Estoy fría. Si, sigo en estado de freezer todavía. Soy un puto iceberg en el medio del camino del Titanic: interrumpo el amor, lo destrozo, lo aparto, y no dejo que vuelva a ser lo mismo que antes. Fuerte, ¿no?. Bueno, así estoy. Cualquiera que se me acerca con alguna intención que antes me parecía maravillosa, lo rechazo porque lo que era maravilloso se convirtió en una especie de extraño fastidio que detesto pero necesito y en el fondo, quiero. Me convertí en esa típica mina que va caminando con cara de orto a todos lados y que lo único que quiere y necesita es que sus auriculares llenen su cerebro con notas fuertes y significantes. Todo me enoja, todo me pone de mal humor. Todo me hace gruñir como si tuviese 300 años y estuviese harta de vivir. Lo único que quiero es quedarme en un lugar donde me sienta como en mi hogar, pero al mismo tiempo no quiero pisar el suelo de mi casa. Necesito un abrazo, pero cuando me lo dan no hago más que apartar esos brazos de mi cuerpo. Quiero sensaciones extraterrestres, pero cuando se presenta la oportunidad de llevarlas a cabo pongo una mala cara que aleja a las posibilidades de sentir. ¿Se entiende lo que me pasa? Es decir, ¿qué mierda está pasando en mi interior? Siempre dije y pensé que era una especie de Grinch, pero esta vez se me congeló el corazón. Sí, eso es: tengo el corazón congelado. Me vendría bien una luz solar que me derrita, otra vez. Me vendría genial sentir ese esfuerzo por querer que vuelva a ser lo que era. Me vendría realmente bien que en vez de apartarse por mi frialdad, haga el intento hasta el cansancio de descongelarme.
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