La facilidad nos asusta porque nos han enseñado que todo ha de costarnos un enorme esfuerzo, un gran sufrimiento.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.
Mi foto
Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.

Túnel del tiempo

"Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti..''

Este párrafo super trillado compartía un día como hoy pero del 2011. Era un cinco de noviembre en el que era una pendeja que no sabía cómo disimular la sonrisa que le generaba esa nueva excitación al saber que se estaba enamorando de su mejor amigo. Al día siguiente, todo se hizo oficial: eramos novios. ¡Qué emoción! No me avergüenza admitirlo: No cambiaría nada. No importa todo lo malo que vino muchísimo después, todo valió la pena y la alegría. Cada segundo, cada minuto, cada instante en el que reímos, lloramos, gritamos, fue hermoso. ¿Quién diría que en la actualidad, en este año 2016 que se me presenta como una intensa marea indomable, estaría escribiendo desde una perspectiva totalmente distinta? Mañana es tu cumpleaños, y es nuestro segundo no-aniversario desde aquel tiempo en el que todo se fue a la mierda. Hace unos días no aguanté más y te invité a coger. Me quise hacer la dura, pero no me salió. ¿Sabes qué era lo que yo realmente necesitaba? No quería que me saques las ganas, no. Quería que me abrazaras. Quería dormir en tus brazos, que me dijeras que soy hermosa, a pesar de mis estrías, mi celulitis y mis miles de defectos. Y algo era extraño, ¿sabes? Era como si tuviera que rebuscar en tu alma, en lo más profundo de tu ser, para arrancarte las palabras que tanto quería y necesitaba escuchar. Me dijiste que tenías los sentimientos enfriados, congelados, apagados o algo así, y a mí se me partió el alma y no lo pude disimular. Vos estabas tan inerte y yo que quería que me quisieras como yo te estaba (te estoy) queriendo (ahora). Perdón, no sé. No puedo evitar sentir este nudo inmenso en la garganta y querer romper a llorar acá, en este preciso instante, en este contexto en el que estoy, rodeada de gente que nada sabe o todo calla. Y no me importa que estén todos caminando de acá para allá y yo esté escribiendo esto a plena vista en una pantalla de tamaño considerable. Lo que sí me importa es el no saber qué carajo hacer dentro de unas horas, cuando por fin voy a volver a salir con un chabón durante la noche, después de muchísimo tiempo de no hacerlo. Me va a invitar a su casa, lo sé, y sé muy bien también que voy a decir que sí. Lo que no sé ni tengo muy en claro todavía es qué va a pasar cuando ya esté allí. Tengo dos opciones, dos futuros posibles, viables: O voy hasta allá y garchamos como si no me pasara nada (porque realmente no me pasa nada o porque lo estoy disimulando como una campeona) O bien, voy hasta allá y cancelo todo en el medio del proceso, me voy para atrás porque el alma me pesa de la angustia y simplemente me dedico a dormir tratando de ocultar mi mediocridad y desesperación. No lo sé. Estuve dándole muchas vueltas a esta especie de "cita". Sabía que me iba a pasar esto. Sabía que, al invitarte a mi casa una vez más, al verte otra vez, al sentir tu calor de nuevo, me iba a ablandar y todo el poquísimo avance que había hecho se iba a ir por el caño. No tendría que haberlo hecho, pero una vez más no lo pude evitar. Te extraño, che. Y no voy a pijotear al decirlo. Quería escribirte algo por tu cumpleaños, pero creo que no voy a poder. Una vez más, voy a optar por el camino más fácil: beber un poco, olvidarme un rato, y dejar de pensarte aunque sea una noche, para poder dormir tranquila inmersa en una falsa paz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario