Ahora solo estoy tratando de ser.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.
Mi foto
Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.
"Alguien ha estado escribiendo sobre nosotros, sobre nuestra historia." Es lo que pienso cuando, al leer un libro que es de amor de/para adolescentes, noto que encuentro muchas similitudes con la realidad y que no parecen ser meras coincidencias. Me gustaría creer que no soy la única que escribe sobre nosotros y todo lo que vivimos, pero supongo que allá afuera hay todavía más gente con muchas otras desgracias de amor y me siento un poco egoísta y culpable por querer sentirme especial, única y diferente.
Ayer y hoy estuve pensándote mucho. Antes de ayer también, durante casi toda la tarde y algunas horas de la noche. Bueno, miento: La gran mayoría de los días, tardes y noches te pienso, pero hay veces que me concurrís más que otras, y eso lo hace pesar de una manera distinta. Sin embargo, en donde nunca estás ausente, es en mis sueños. Todas las mañanas me despierto con la certeza de que te soñé la noche anterior. Es algo increíble, inexplicable, indescifrable. No sé cómo definirlo, pero siempre te sueño. A veces estás contento, queriéndome (ya ahí debería darme cuenta que no es más que un sueño, sólo porque la realidad es muy muy distinta) y otras te agarro enojado, molesto, alejándote de mí sin razón aparente. Pero, sea como sea, ahí estás, dando vueltas por mi subconsciente y me muero por pensar que a vos te pasa lo mismo. A veces imagino que, mientras vos das largos paseos en mi cabeza, yo lo hago también en la tuya, y es como un ida y vuelta en el que los dos dejamos nuestros respectivos cuerpos sólo para estar junto al otro. Qué estupidez, ¿no? Es estúpido, muy estúpido. Todos mis pensamientos sobre vos son estúpidos, y esto lo escribo con un pequeño nudo que comienza a anidar en mi garganta. Doy un suspiro, trago saliva y me rasco la nariz, intentando convencerme a mí misma que no soy tonta por seguir teniendo esperanzas. También me digo que no es cierto que ya estoy grande para seguir leyendo novelas de amores juveniles, aún cuando así lo sienta cada vez que leo un renglón y me doy cuenta que esto ya me pasó una vez y que nunca más va a volver a pasarme. Y eso no es estúpido. Es triste. Me da una tristeza sobrehumana el poder reconocer que mi tiempo ya pasó, que ya viví el gran amor de mi adolescencia y que ahora, lo único que queda, es enfrentar un amor adulto que ni siquiera sé si seré capaz de encontrar alguna vez. Todos los tipos con los que converso me parecen aburridos, poco sensibles, poco artistas, poco "vos". No se parecen en nada al chico divertido, duro pero aniñado que eras cuando empezaste a gustarme, y eso me parte el alma. Honestamente, no creo estar lista para nada ahora. Para nada que no sea lo que alguna vez fuimos. Por consiguiente, tampoco estoy lista para vos, para el "vos" que sos hoy en día. Sin embargo (y sabes cómo soy yo) mi cabeza dura no puede dejar ir la idea de que aún puede cambiarte para volverte a la normalidad, lo que quiere decir, volverte al chico sensible y cariñoso que eras antes. Es una enorme contradicción porque, por una parte, soy plenamente consciente que eso ya se murió, que ya fue, que no existe. Pero, por otra, sigo manteniendo viva la llama de la esperanza, esa que me dice que aún no es tarde, que en el fondo (al parecer muy, muy en el fondo) todavía vive el Emito de camisas a cuadros que me enamoró con sus canciones viejas y solos de guitarra a la hora de la siesta. Al escribir eso se me seca la garganta y no puedo evitar tragar saliva una vez más y sonreír por la nostalgia cuando una imagen se presenta en mi cabeza. Entonces (otra vez) pienso en las mil y una estrategias para volver a conquistarte, para que vuelvas a enamorarte de mí y (otra vez) algo dentro mío parece encenderse, sentirse bien y con un poco de optimismo. Me gustaría pensar que (otra vez, como lo hacías a los catorce años) estás leyendo estas líneas, solo para saber qué pienso de vos, y que (otra vez, como lo hacías  a los catorce años) vas a dejarme alguna respuesta en algún lado. Y me vas a decir que sí, que finalmente estás listo, que finalmente te animás, y vamos a vivir juntos y felices por siempre y para siempre.

(Sé muy bien que todo eso es una utopía, pero no sé por qué ya estoy pensando en dedicarme a remodelar el blog, solo por si acaso...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario