Sí, me comporto como una nena aburrida cuando estoy a tu lado. Me gusta jugar con vos, pero no de la manera en la que todos piensan, sino en la manera inocente, chistosa.
Me hace feliz estar con vos y ser solo yo, una nena juguetona, a veces una mujer celosa, otras simplemente, mis veinte mil personalidades y yo. Pero lo bueno es que no importa qué soy en ese día, se que vos me aceptás tal y como soy.
Me entendés, yo te entiendo. Nos entendemos. Puede que seamos dos locos, que no saben nada de la vida, que se hacen mucho problema por nada, que miran el mundo y la vida de una manera muy diferente, pero siempre dije que si te aceptás vos mismo como sos, todo lo demás va a estar bien. Y yo me acepté. Acepté mis problemas, mi pasado, disfruto mi presente. Ahora mismo acepto que estoy loca, y no importa si me decís que no, yo se que lo estoy, pero no tenés que preocuparte, porque soy feliz así.
Simplemente gracias, por dejar que exista un nosotros; la dupla perfecta de un loco y una loca. De dos personas distintas a las demás personas, pero que son iguales entre sí. Me encanta nosotros.