Bueno, ya les dije que lo de ayer no terminaba ahí. ¡Sigue la bailanta! Nuevamente odio a todos. A las pendejas pelotudas que le tiran onda a la gente que no deben, a las mujeres que me rompen los ovarios para ser de una manera, de la gente que reclama. Duele que tengan razón. Duele darte cuenta de que sos una tremenda hija de re mil puta que no hace nada por la gente que ama, pero sin embargo cura a los desconocidos más que a su propia familia. Duele ir dandote cuenta de que no entregas todo, por miedo a que te lastimen o a lastimar. Duele crecer. 
No quiero ir para adelante, no quiero ir para atrás, pero tampoco quiero quedarme en el mismo lugar. Creo que la solución es cagar a tiros a todos, uno por uno, o matarme a mi, como dije ayer. Me voy a convertir en piedra, no siento, no me lastiman, no nada. Ya no se ni qué escribir para descargarme. ¿Les puedo pegar? Los voy a matar a todos. A las pendejas también, por entregadas. A los pibes también, por chupamedias. Manga de pelotudos. Me voy a ir bien a la concha de alguien, porque a la de mi madre no puedo volver, y ahí vamos a ver qué hacen sin mi. Tanto me rompen las pelotas, tanto me critican, pero bien que si no estoy, me extrañan. Nuevamente les digo: manga de pelotudos. Encima ahora está Graduados, me voy a poner re sentimental y toda la pija. A la mierda con los sentimientos, me voy a hacer puta, a ver si me va mejor. Es como ser sin sentimientos: les mentís a todos, ganas plata... lo voy a pensar. Me fui al rincón de la forever alone mala onda. Chau, que los demás se caguen curtiendo.