Mi última entrada del 2012. Y para escribirla, quiero que sepan que estoy muy elegante. (sarcasmo puro. Estoy en camisón recién salida de la ducha. No me crean todo lo que digo/escribo.)
Como todo el mundo en distintas redes sociales, voy a ponerme a decir todas las cosas que adoré de este año. Pero, no voy a hacerla muy larga. Trataré de resumir. Trataré.
Empecé el año de maravilla: me mudé. Por primera vez en mi vida, cambié de casa definitivamente. (aún no le digo "hogar" porque me cuesta despegarme de mi otra casa. Para que este nuevo lugar sea llamado "hogar", tiene que tener miles de momentos vividos, como los tenía el otro. Ya habrá tiempo para eso.) Por fin tengo una habitación propia (aunque a veces me la invadan) y un jardín precioso.
Hace unos días, me encontré nuevamente recostada sobre mi cama, y como era la noche, me puse a reflexionar. "Se acerca fin de año", pensé. Y llegué a la conclusión de que tengo lo que siempre quise tener. Cuando era chica quería lo que veía en las películas de adolescentes: una habitación propia decorada a gusto, una mejor amiga que me conozca de pies a cabeza y esté conmigo en todo momento, ya sean momentos buenos o malos, unos padres medianamente comprensivos, triunfar con la escritura y un novio como los de las películas de todo tipo. Ahora que caigo, quería medianamente tener la vida de la película "Diario de una adolescente", de Disney. Y adivinen que... ¡la tengo! No sé si es bueno o malo, pero siempre me sentí demasiado identificada con esa película. Y accidentalmente, por obra del destino, mi vida está casi perfectamente alineada, moldeada a la película. (En estos momentos con mis amigos pensaríamos
En resumen, este año fue un año en el que se cumplieron mis sueños. Mi "pequeña yo" debe sentirse feliz por todo lo que tengo ahora.
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