"Siento que mil posibilidades nacen en mí. Soy ingeniosa, soy alegre, soy lánguida, soy melancólica, sucesivamente. Tengo raíces, pero floto." Virginia Woolf.
La facilidad nos asusta porque nos han enseñado que todo ha de costarnos un enorme esfuerzo, un gran sufrimiento.
People change, feelings change. It doesn't mean that the love once shared wasn't true and real. It simply just means that sometimes when people grow, they grow apart.

- Srta. Mími
- Escritora desde que aprendí a posar el lápiz sobre el papel. Completamente indecisa. Poseedora de una mente peligrosamente abierta. Inteligente, con un ego filoso y un humor ácido. Todos los días intento ser una mejor versión de mí misma.
I can't fight this feeling anymore
Desde mitad de la tarde aproximadamente, tengo una especie de sensación de que se me rebalsa el alma. Vi despedidas que había ya visto antes, veo mis sueños desaparecer sin aterrizar en la realidad, siento que mis ilusiones son solo eso, ilusiones y que nunca llegarán a ser algo real, algo verdadero. En otras palabras, mitad de mi mundo parece desmoronarse. Pero todas las sensaciones feas se acaban con solo recordar a alguien especial.
Basta solo encender la televisión, subir el volumen de la radio, escuchar una canción determinada para sentir que estás allí. Y en ese preciso momento, aquel precioso instante en el que tu imagen, tu ausente e irreal presencia, tu fotografía se cruza por mi mente, es ahí cuando se me humedecen los ojos. Es ahí cuando siento un nudo en la garganta, cuando el alma se me rebalsa, cuando parezco enmudecer, pero lo único que logro decir, susurrar es "te extraño". Lo extraño. Lo extraño ahora, ayer, y sé que lo extrañaré mañana.
Lo extraño tanto que hasta podría llorar. Llorar y llorar hasta que me quede sin lágrimas, hasta que los ojos dejen de humedecerse, hasta que el tiempo se detenga. Me pregunto, ¿lloro por el peso de mi alma que rebalsa, que irradia amor? ¿o porque su presencia se me hace cada vez más indispensable? Creo que eso nunca lo sabré. Aunque nos separemos, aunque billones y billones de kilómetros nos separen, sé que me seguiré sintiendo exactamente de la misma manera. Y seguiré sin saber por qué las lágrimas quieren brotar de mis ojos, pero se quedan atascadas en el fondo de mi alma, haciendo peso.
El día en el que volví te entregué la mitad de un dije en forma de corazón. Ambos comprendimos que no se trataba de hacer un regalo simplemente. Se trataba de amor, de una interpretación que quizás no logremos comprender del todo, pero que en el fondo, sabemos cómo sentirla, cómo demostrarla.
Sea como sea, solo tengo algo que decir. Algo que rondó por mi cabeza desde hace ya un largo tiempo: gracias por ser "mi Finn Hudson".
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