"No sé si me puse serio o me estoy riendo, si quiero abrazarte o salir corriendo. No es nada fácil seguirme el paso, menos que mire al piso y te haga caso. Puede que sea difícil hablar conmigo, a veces soy incoherente o me contradigo. Puedo gritarle a la gente que mas quiero, tal vez abrace a todos mis enemigos..."- NTVG, El último jefe.
Últimamente ando así. Hace ya una semana, o quizás un poco más, para ser precisos con el tiempo. Suelo lanzar groserías al aire, pegarle una patada al piso, agarrame la cabeza y tirarme fuerte de los pelos, esconderme e intentar llorar en vano. Me siento perdida. Sé que lo estoy. Quizás padezca de esquizofrenia paranoide o de algún otro tipo de trastorno mental, pero siento que estoy bajo la lupa en todo momento. Creo oír que hablan mal de mí a mis espaldas, pienso que todas aquellas malas contestaciones van para mí; siento las miradas que me fulminan, me atraviesan el alma y me dejan sin aire. Y no, no es que tengo culpa por algo, porque la verdad es que soy más que consciente de que no he hecho absolutamente nada malo. Sin embargo...todas esas cachetadas van para mí, y aunque no parezca, a mi también me afectan las cosas. No sé si lo notan, pero soy más débil que una torre de naipes: con el más mínimo viento, me derrumbo. A veces por completo, otras voy haciéndolo de a poco. Esta vez, es la segunda opción. Se aproximan ventiscas que son algo leves, pero que hacen que los naipes vayan cayendo uno por uno. Y así duele más, ¿verdad? Es como cuando te quitas la curita de a pedacitos, duele mil veces más que si te la arrancas de un tirón.
Creo que el universo conspiró, se puso de acuerdo para que durante esta semana (y, como ya dije, quizás un par de días más) la gente me tire toda la mierda a mi. No lo sé. La cuestión es que me siento cada vez más débil, más floja. Una mínima palabra me hace llorar, un mísero recuerdo me hace temblar, con tan solo una mirada empiezo a transpirar... Me estoy volviendo loca, paranoica. Estoy perdiendo la cabeza, y lo peor es que siento que nadie va a ayudarme a encontrarla. Quizás deba aprender a estar sola. ¿Por qué me cuesta tanto? Tendría que concentrarme en otras cuestiones, en otros temas, poner esta energía en algo especial para mi. Quizás es hora de mimarme un poco más, de mirar para adentro y empezar a valorarme sin importar lo que los demás me digan. Es decir, sé que soy maravillosa, única; sé que soy "de esas que no se encuentran más", pero no soy inmune al mundo externo, y me afecta mi alrededor. Porque, aunque no lo parezca chicos, yo también soy persona: soy humano, me equivoco, pienso, amo; a veces lloro, otras río, quizás hasta canto. Me encantaría que, aunque sea por una miserable vez, fueran capaces de recordar eso...